También esto es MTB.

En esta vida hay días buenos y otros más bien malos, y si no que le pregunten a la albiceleste. Si a esta perogrullada le sumamos que en nuestro deporte hay multitud de factores externos que pueden inclinar la balanza en un sentido u otro en forma de lesiones, averías, territorios comanche, inclemencias meteorológicas... uno se sorprende de que el balance a fin de año sea tan apabullantemente positivo, sobretodo en un grupo tan numeroso y últimamente variable. Lamentablemente, hoy ha sido uno de esos días donde el flow brilla por su ausencia.

Quedada en horario invernal en el parking de Raixa (topónimo que pronunciado a la argentina se presta a lamentables malentendidos). Llegada a goteo de los integrantes del grupo para finalmente salir con retraso aún dejando a Serafín arreglando la bomba para hinchar su rueda trasera con el inestimable apoyo del artista anteriormente conocido como Xou. Los demás, Luis, Aquaman, Fabián, Salinas, Pep, Jose, Juanse, Xisco, Álvaro?, Enric y Jaume rodamos por el apestoso asfalto hasta el cruce del Pinar de Cañete.

Ascenso a buen ritmo hasta llegar al primer tramo de pateo impepinable y más allá hasta el asfalto. Bajamos unos metros y ascendemos después la laaarga cuesta de Son Cabaspre hasta Sa Coma Llobera y de ahí hasta el Coll de sa Basseta.

Lo que viene después la mayoría lo conoce, y si no lo conoce a la primera no se le olvida más, sobretodo si hace tiempo que no sales, tu habitat natural es el agua y tu eléctrica no tiene modo walk, porque lo que viene es un bicipateo del bueno. Bicipateo que por lo general se ve compensado por una buena bajada, pero hoy no ha sido así sino todo lo contrario. Nos ha tocado patear también tramos de bajada por el mal estado del sendero, el dueño nos ha leído la cartilla (sin aspavientos pero sin rendijas para colar el más mínimo pero en la chapa que nos ha dado) y encima ha habido rotura grave del basculante en la Specialized de Xisco y Aquaman se ha caído (por suerte sin daños graves).

En el Estret los accidentados nos han abandonado y los restantes hemos rodado por el sendero de Son Brondo y Son Sauvat hasta Valldemossa para volver por el GR hasta Raixeta pasando por Son Verí y Pastoritx. Otro tramo de pateo más largo del esperado, ya que el sendero, que ya de por sí tenía tramos no ciclables a pesar de la mejora de hace unos años gracias a la limpieza del IBANAT; el sendero, decimos, se encuentra muy invadido por la maleza y por árboles caídos.

Reagrupamos en Raixeta, nos despedimos del abuelo que nos vino haciendo tapón por todo el torrente, y ritmo cervecero hasta el punto de partida. Pero las desventuras hoy no querían abandonarnos fácilmente, de manera que justo antes de llegar, el Serafín pinchó.

A la salida anterior truncada por la lluvia ha seguido esta manchada por algunos inconvenientes y en la que prácticamente nos despedimos de una buena ruta por los problemas de paso. Pero, al fin y al cabo, el MTB es esto también.