BaixFort

Copiando una bonita tradición bloguera de la SectaMTB esta crónica es un resumen de lo que ha dado de sí este año en cuanto a salidas BaixFort oficiales. Así, en plan Felipe VI por Nochebuena pero sin fotos cursis de fondo. En Enero empezamos el año con fuerza. Aunque para ser más correctos debería decir que el grupo empezó, ya que quien escribe estas líneas estaba de baja forzosa por rotura de la cabeza del radio. La cuestión es que la primera ruta oficial del año fue la Coma den Vidal y bajada hacia es Capdellà por el Comellar de Ses Sínies. La siguiente se acercó más a la zona central de la Serra de Tramuntana, ya que fue por las antenas de Son Caliu, y tras ir hasta la Atalaia de Alcúdia para hacer la No Limits la siguiente ruta fue por Sa Vileta. Febrero se estrenó por Planícia, siempre un buen plan, y siguió con una ruta por el valle de Sóller. Seguidamente los BaixFort nos fuimos de la Tramuntana para hacer una ruta por el Puig de Randa (territorio Toniuchi) y retornamos para

Quedada de los BaixFort, los cancheros del MTB, los cheetos del monte, a las 8 en Mancor convocados por el Capitán Pinturas. Lo que eso supone, todos lo sabemos: ruta de las que en mallorquín diríamos "t'hi fan ser". Y como no puede ser de otra manera, no defraudó para bien o para mal. Una vez congregados en la entrada del pueblo callejeamos hasta la subida de Font Garrover (curioso nombre por cierto para un sitio lleno a rebentar de olivos) en donde los chalecos contra el frío empezaban ya a sobrar. El día se presentaba hermoso y aunque fresco, el frío brillaba por su ausencia. Llegada a ritmos dispares al portillo de la finca de Biniatzent con la primera sorpresa del día: está cerrado a cal y canto. Pero como somos un grupo que no destaca por su agudeza visual, no vimos ni el cartel de 50x50 ni la rejilla de tres metros y nos encontramos sin quererlo dentro de la finca. Descendimos por el senderito que lleva a la pista principal y ahí nos encontr

Quedamos a las 8 en Esporlas para una ruta no muy planeada en su inicio. Así que iniciamos cruzando el pueblo (lleno de patos, por cierto...) y enfilamos por el Camí de Pescadors para quitarnos el frío. Una vez en la carretera tiramos por la derecha por asfalto, y ahí empieza el lío. No giramos por el primer desvío a la izquierda por no saber cómo de intransitable iba a estar el camino después del cap de fibló de hace unos meses. Así que seguimos un buen trecho por asfalto y nos decantamos por la segunda opción, lo que ha sido un error porque si bien hemos podido avanzar unos centenares de metros, luego el paso estaba bloqueado por troncos y ramas. De manera que hemos vuelto a la carretera y subido por asfalto hasta Nova Valldemossa, donde nos hemos adentrado a pesar de los carteles disuasorios (bastante absurdos, por otra parte). Ahí hemos sabido que la intención del sherpa no era llegar a Mirant de Mar, sinó bajar por s'Hort de sa Cova. Nos hem

Quedada deja vu en Can Miquel de Binissalem. Fuera la lluvia amenaza; dentro, hay ganas de anar a berenar. El café se alarga más de la cuenta, pero finalmente decidimos hacer la ruta prevista, con lo que nos dirigimos en coche hasta Caimari, punto de inicio previsto. Después de esta última frase con demasiadas comas y de prepararnos para una mañana de lluvias probables y frío seguro (sobretodo el Serafín, que más que un ciclista parecía un condón o un sanitario con todos los EPIs) emprendemos nuestro camino por el Camí Vell de Lluc, por momentos bajo una tenue aguanieve. En el túnel del área recreativa hemos parado mientras caía una buena tromba de agua. Afortunadamente ha sido pasajera y hemos podido continuar sin prácticamente mojarnos en toda la ruta. Subida por sa Coveta Negra hasta el Coll des Coloms y más allá, por Sa Llangonissa hasta el Salt de la Bella Dona y sa Bretxa Vella, sin encontrar ni un alma por el monte y rodando con un inusual silencio, cad

Son las 7'30 de una mañana marcada por los aciagos pronósticos de los metereólogos. Enfrente de Can Miquel ni una sola bicicleta, pues todas descansan a resguardo de la predecida lluvia dentro de los respectivos vehículos. Tras la puerta, los BaixFort planean entre humo de café y restos de madalenas de Oreo suspender la ruta y ir a berenar. Afortunadamente el deporte se impone a la gula y decidimos hacer una vuelta por el Raiguer. Ses Figueroles deberán esperar a un día más soleado  Así que nos desperezamos y a las 8'10 emprendemos nuestro camino hacia el primer objetivo de la jornada: Solleric. Rodamos a ritmo dominguero hasta la barrera de acceso a dicha finca, y antes de cruzar el torrente para encarar la subida del empedrado algunos paramos para acompañar al Jose Pinturas mientras repara de emergencia un radio partido. Los demás tiran para arriba sin más, dejándonos con la duda de si sabían que la intención era subir por sa Font Figuera.