Fita del Ram.


Encuentro BaixFort a las 8 de la mañana en las inmediaciones de la gasolinera de Esporles. Como nuestros primos hermanos los Maifren rondaban por ahí algunos pensamos que la cosa iba de quedada conjunta pero nuestro sherpa Fabián nos lo desmintió al llegar.

La mañana estaba fresquita mientras nos preparábamos para salir, aunque las primeras rampas de asfalto subiendo hacia Son Tríes ya nos metieron el calor en el cuerpo y para cuando cruzamos la barrera de Son Ferrà (abierta felizmente de par en par, por cierto) las chaquetas y chalecos se fueron a las mochilas.

Muy buena subida en general por los siempre temibles rampones de hormigón con una pendiente media del 25%, sin duda una de las subidas más duras de la isla por bien que corta. Subida que no se termina por supuesto ahí, si no que tenemos que continuar hasta el geodésico de la Fita del Ram con la meta volante de la ermita de Maristela como punto donde tomarnos un respiro.

Llegamos a la ermita y cual no fue nuestra sorpresa al ver a Maxi movil en mano para contribuir al bien común sacandonos unas fotos conforme íbamos llegando. Breve espera reagrupándonos y cogiendo aire... los pulmonares, claro; los otros van charlando como viejas en frutería.

Reemprendemos la marcha ahora sí hacia el geodésico subiendo por donde siempre antes habíamos bajado, con la sensación esa extraña que te deja en el cuerpo... y sobre todo en las piernas en los puntos calientes. Dejamos atrás los aljubs y por na Boscana vamos subiendo hasta el desvío que nos lleva hasta el geodésico de la Fita del Ram, tramos de bicipateo mediante.

Ahí, apostados al pilón a una cota de 811 metros de altura, nos hemos sacado algunas fotos y observado la imponente Mola de Planici, por imponente y porque con las malditas encinas alrededor del geodésico no se ve una poronga más allá de una pared de pedra en sec que resulta ser la paret de partió no solo de las fincas de Son Noguera (donde está el pilón) y Son Ferrà, sinó también de los terminos municipales de Puigpunyent y Esporles. Pared que iremos atravesando varias veces en nuestra bajada.

Tras este breve descanso y habernos metido algo en el estómago emprendemos la bajada por la secreta, un secreto a voces que los bikers locales primero y las redes sociales después han esparcido a los cuatro vientos y que está muy pisada ya. Bajada técnica donde las haya salpicada de tramos donde no es posible parar la bici si no más bien hay que ir de puro slalom, pero muy divertida.

De vuelta a la ermita había una peña que estaba cavando un profundo hoyo y no sabíamos con que intenciones. ¿Para enterrar la democracia española bajo la pesada losa de la amnistía? ¿Para dar sepultura a la casta política argentina despedazada por la motosierra de Milei? ¿Para echar tierra por encima de la utopía de la paz mundial cruelmente mutilada en Gaza?  Luego vimos la higuera al lado del hoyo y comprendimos el fin más prosaico de la operación, con lo que seguimos a lo nuestro: una bajada nueva que empezaba en el propio pla de la ermita.

Bajada muy divertida (y técnica también, cómo no) que nos deja de nuevo en la pista que sube hacia la ermita, unos metros antes del desvío que lleva al Cor de Jesús. Toca remontar pasando por donde una hora y pico atrás ya habíamos rodado (un sacrilegio para un purista) y en un plis nos plantamos en la ermita de nuevo, donde los figurados sepultureros ya estaban dando cuenta de la merienda que sin duda había motivado todo el ajetreo de subir en jeep hasta maristela y no la dichosa higuera.

Una vez ahí los eléctricos Fabián, Pep Profe, Xou aka Mithrandir más Maxi hacen otra variante propuesta por Salinas, al tiempo que Miquel, Maty y Jaume nos quedamos de chill chupando naranjas ácidas mientras practicamos el deporte nacional de los endureros: poner verde a los vendedores de bicis por los desorbitados precios. Al poco reagrupamos y vamos a por la última bajada del día, ya conocida por todos, todas y todes: el Comellar de ses Puces primero y desvío luego para empalmar con la bajada del Cristo.

Bajada rápida a tramos y muy técnica y jodida en otros, decorada al final con unos toboganes justo antes de llegar al área recreativa de Son Tríes en lo que es algo así como un Bams revival.

Llegados al asfalto nos queda rodar por el trozo de tierra que se dirige a nes Rafal, pero en lugar de girar hacia es Rafal giramos a la derecha y contemplamos el circuito que los Ermassets han construido para su escuela de MTB.

Luego poco más: llegada a las furgos y despedidas. Si ha habido hoy birras yo no lo sé, pues he fet bonda.

Un día más buena ruta y buena gente. Y el sábado que viene especial por Sant Joan con comilona incluída.

Salut i pedals! 🤘🏼🤘🏼🤘🏼


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