¡A la derecha, batuadéu!


Convocatoria a las 8 en el aparcamiento del Port d'Andratx. A medida que amanece el cielo aparece amenazante de lluvia y la temperatura decididamente empieza a parecerse a lo que tiene que ser Octubre pues hace algo de rasca.


Llegada y saludos al tiempo que nos preparamos para salir hacia la sorpresa que el sherpa nos tiene preparada: haremos la 20 céntimos al inicio. Así, en frío empezamos el ascenso hacia Cala Llamp y por el carrer de la Orada primero y del Anfós después. Subida sin contratiempos observando no sin asombro algunas de las casas construidas y en construcción del entorno y preguntándonos de dónde saldrá tanta gente con tanta guita (de currar no creemos). El ritmo se ha ido incrementando progresivamente a medida que íbamos entrando en calor, hasta llegar arriba y meternos en el sendero para enlazar con la bajada.


En la bajada bonito ostión del sherpa en el primer cortado al confundirlo con el segundo, algo más bajo, y no llevar la inercia suficiente para una recepción airosa. Según nos ha contado él mismo, primero se ha dado cuenta cuando ya era demasiado tarde e incluso peor para frenar, y durante el medio segundo que le hemos visto por los aires nos asegura que le dio tiempo a pensar la mejor forma de caer, si se había dejado el gas abierto y hacer un repaso mental de aquellos que le debían algún Bizum. Después de este lapso a lo Matrix el aterrizaje ha sido un planchazo en toda regla que el recorrido de la horquilla de la bici primero y el airbag incorporado de Fabián después han dejado en unos meros rasguños y magulladuras.


Tras este incidente y, supongo, con la idea más que nunca de que hay que calmar un punto en las bajadas porque además de la salud nos va en ello el inminente viaje a Menorca, hemos seguido hasta el asfalto. Por él y comentando la jugada hemos llegado a la segunda parte de la bajada, así que hemos traspuesto la cadena y hemos seguido. Tras esto hemos callejeado hasta conectar con la carretera del Port, que hemos seguido por la bicisenda hasta Andratx. Tradicional callejeo contra dirección buscando el carrer de Cuba primero y la Coma Freda después, descartando subir por la Serra de Garrafa como habíamos hecho en nuestras últimas tres visitas al lejano oeste de la isla. 

Ya en la Coma Freda el grupo estaba caliente y tirando como si no hubiera un mañana, y con un ritmo endemoniado pero encantados de ver el pinar recuperarse en el terreno baldío del incendio, hemos superado sus cerca de 5 kilómetros de pendiente constante hasta la meta volante del merendero del Coll de sa Gremola (siempre había visto Gramola con a, pero la opción con e es la adoptada por el Consell en los rótulos del GR). Ahí hemos aprovechado para comer algo (otro día más que asoma un bocata) y... para ponernos los chubasqueros aquellos que teníamos. A otros les pilló por sorpresa en cambio, y es que es tiempo de cambio de armario también en la ropa de bici.


Bajo una fina lluvia hemos empezado el ascenso por el GR. El suelo roto, con mucha piedra suelta y algunos tramos resbaladizos ha sido un buen reto para los musculares, que para cuando hemos superado el coll ya había dejado de llover. Así que hemos metido el chubasquero de vuelta en la mochila y nos hemos puesto las protecciones para sorpresa mía, puesto que me esperaba un ascenso hasta el Pla de Ses Basses para ir hacia La Trapa y Can Tomeví después, cuando en realidad la intención era bajar ya hacia s'Arracó pasando por una ociosa y aparentemente inútil presa de agua.


Así lo hemos hecho y tras un primer tramo divertidísimo que siempre nos deja una sonrisa de oreja a oreja, hemos seguido por los confusos senderos entre la maleza que debían llevarnos al cementerio de s'Arracó. Y justo en el punto donde ya nos habíamos confundido en el pasado, justo en ese mismo punto engañoso que tras años de ir por el monte de dice que debe de ser a la izquierda, justo en ese punto hay que ir A LA DERECHA. Pero no, hemos ido a la izquierda de manera que hemos alargado inútilmente y añadido desnivel. Poco, pero en esos momentos ya debíamos rondar los 750 y nos quedaba todavía el ascenso hasta el collet de sa Barrera y de ahí al Pas Vermell.


De nuevo hemos optado por hacer la variante del mirador de Sa Dragonera, muy bonito en cuanto a vistas y divertido de rodar con puntos exigentes incluidos, y luego en el ascenso al Pas Vermell cada uno ha hecho lo que ha podido y Vicenç básicamente lo que ha querido subiendo tramos trialeros verdaderamente complicados y duros. Se dice por Binissalem que entrena con una camiseta de mármol...


Una vez arriba, en el Belén, ya sí toca bajar con perdón de algún que otro repecho hijoputa puesto por la mano de Dios para tocar las pelotas, y en un momento y esquivando algunas hordas de guiris nos hemos plantado ante el descenso final: el DH del Port d'Andratx. Y la pregunta es ¿cuántos años de abandono tienen que pasar para que a una torrentera donde antiguamente había un trazado de DH lo vuelvan a llamar torrentera? La bajada es peligrosa por los surcos que el agua ha hecho a lo largo y ancho de su recorrido, y está salpimentada de cortados y saltos que en su momento suponemos tuvieron una buena recepción pero muy traicioneros algunos en la actualidad. De manera que lo de DH tiene ya un valor meramente toponímico y no descriptivo del trazado. Lo mejor sin duda está al final: la enorme losa de piedra que siempre se disfrutamos como niños de bajar. Hecho lo cual, no queda más que meter ritmo para ir a por las birras.


Patatillas y botellón en el concurrido aparcamiento entre risas y cachondeo, como nunca jamás puede faltar a una ruta BaixFort.


Un día más buena ruta, buen rollo y mejor gente. Salut i pedals! 🤘🏼

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