La larga de Planícia.

Quedada a las 8 en la Granja de Esporles. Saludos cordiales y partimos haciendo caso omiso de los Serveis d'Emergències que recomendaban quedarse en casa. Pero es que ya los conocemos: pasa algo que no han previsto y, a posteriori, nos recomiendan hacer lo que deberían habernos dicho antes.

Enfilamos por asfalto por el Vall de Superna pasando por delante de Son Noguera (espectacular el sitio) hasta llegar al camino de Sa Campaneta.

Subimos el camino comprobando que si bien la gravilla se ha ido asentando todavía emprenya, y llegamos al desvío del empedrado donde cada uno ha hecho lo que ha podido. La verdad es que teniendo una alternativa al bicipateo no se entiende muy bien por qué insistimos en agarrar por ahí, pero bueno: tenemos más moral que el Alcoyano.


Tras bajar el tramito corto y subir las rampas llegamos al Coll d'Estellencs donde más hemos podido notar la fuerza de la Justice: un pet de monja, como se dice en mallorquín. Nos ponemos las protecciones, como de costumbre, pero hoy hay que hacer un punto y aparte.
Habitualmente quien lleva rodilleras o coderas se las pone sin dudar, pero la mentonera es un extra que a veces sí a veces no nos ponemos. Si uno tiene que bajar Es Comellar de ses Sínies o La Cabra de la Comuna, pues tiene claro que si lleva mentonera se la pone. Pero para otro tipo de bajadas menos trialeras o para tramos cortos uno no siempre decide llevarla, porque puede resultar un coñazo andar poniendo y quitando en diversos momentos de la ruta. Pues bien: hoy el hecho de ponerla en un tramo a priori inofensivo nos ha salvado de un más que probable gran disgusto en una caída. Caída que además ha sido por partida doble justo en el mismo sitio por el mismo motivo, afortunadamente en dos momentos diferentes.
Tras el susto hemos reprendido la marcha y reagrupado, llegando al merendero de Son Fortuny para comprobar que alguien ha robado la mesa, de manera que hemos decidido ir a berenar a Estellencs. Ahí cerca de la Iglesia con motivos fálicos en la fachada hemos encontrado una parada con café y pastitas que ha conectado con nuestro lado snob, además de permitirnos probar cacao verga mejicano.
Repuestos sólidos y líquidos, y vaciada la vejiga del Maxi a la entrada del pueblo bajo una ráfaga de batuadéus de un payés de la zona, hemos tomado el senderito GR que acaba en escalones y finalmente en rampón y emprendido luego el ascenso por Son Serralta en dirección a la pista de Planícia.
Subida hasta las casas a ritmos dispares, ybes que es un tramo que se puede llegar a hacer bastante pesado. A la llegada sesión de postureo y lección sobre la guixa de las naranjas impartida por Xouanar, aka en Montoro d'Inca. Y seguimos por el Camí Bord hasta la cantera, donde en la bajada jodida el Luís se ha sentado de una manera digamos alternativa y el Xisco nos ha sacado fotacas.
Empalmados en el Correu (tremendo hortensio) hemos superado el empedrado y finalmente hemos decidido (otra vez) bajar por la bajada del Bruno, donde también el Mati se sentó de manera sui generis.
Y poco más: llegada a Sa Granja donde nos hemos puesto finos de sobrassada, paté, botifarró, birra y vino. Buen día, buena gente, rutón y nadie se ha hecho daño afortunadamente. ¿Qué más se puede pedir?




Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Coma den Vidal i Comellar de Ses Sínies.

Rotassa es nombre de mujer.

San Juan & Can Tronca.