El 8.

Por segunda semana consecutiva los BaixFort quedamos en la rotonda de la gasolinera de Sóller. Esta vez para una ruta clásica de la vall, aunque no por eso menos interesante y completa sino todo lo contrario. De manera que saludos de rigor (también con los Maifren, que rondaban por ahí dispuestos a rodar hasta Bàlitx) y empezamos la ruta.

Subida por el camino que va hasta Can Teix pasando por los cinc ponts, que aunque uno lo haya visto muchas veces no puede dejar de contemplarlo con respeto, y primer parón al empalmar con el GR a la altura de s'Esperó (hay que mirar el mapa para entender por qué este sitio se llama así, por cierto...).

Reagrupamos en Can Paies (a saber a que se dedica el dueño...) y seguimos por el sendero pasando por Es Guix, Cas Xorc y la Capella de Castelló hasta llegar a la carrera de Can Mico y Can Prohom. Tomamos un respiro aprovechando las vistas y seguimos hasta llegar a s'era y ahí atravesamos la barrera para internarnos en el Bosc de Can Prohom recorriendo el sendero que discurre por la falda de la Serra des Boixos y que algunos llaman Camí des Basols.

La subida es larga y a tramos con una pendiente importante por no decir jodida. El bosque es un sitio fantástico y está salpicado aquí y allá de barraques de carboner, forns de calç, forns de pà, rotlos de sitja. Demasiados incluso, lo que indica un nivel de actividad inusual, lo que indica quizás otra cosa: que el dueño necesitaba pasta. Sería uno de aquellos terratenientes que se jugaban las fincas a las cartas en Ciutat? Quién sabe...

Una vez llegados a una zona llamada es Plà den Marc donde hay un coll de tords, nos equipamos con las protecciones y iniciamos la larga y divertidísima bajada hasta la Font de sa Senyora.

Una vez en Deià hemos tomado un cafetito en el colmado y nos hemos dirigido luego hacia Muleta, por lo que hemos reenganchado con el Camí de Castelló. Pasamos como mejor podemos las intensas subidas con escalones en gran parte del recorrido hasta pasar por delante de Can Miquelet y llegar de nuevo a Can Mico y Can Prohom, cerrando el primer círculo del 8. Ahí los últimos han sido los primeros: el Fabi se ha tirado sin esperar a nadie y Eco ja s'enyorava y se iba de cabeza a Sóller, con lo que Serafín ha tenido que ir a recuperarlo.

A partir de ahí hemos bajado hacia Can Bleda y seguido hacia Béns d'Avall, dinde hemos reagrupado con el sherpa que venía de sembrar un pino. De ahí hasta el faro hemos recorrido el pedregal cada uno como mejor ha podido. Y en el faro sesión de postureo antes de proseguir hacia el Port de Sóller.

La vuelta desde el Port con más malsofridura que interés ciclístico: vía directa hasta el punto de partida para cerrar el segundo círculo y abrir unas buenas birras para celebrar el santo del sherpa.

Y nada más: buen tiempo, buen rollo y buena ruta. ¿Quién da más?