Travessa 2020 ⛈

Tras una semana de preparativos varios y de altas y bajas de participantes, llegó el día de hacer la Travessa con el madrugón que eso implica.

Quedada a las 6'30 en Binissalem, cafetazo en Can Miquel, cargamos las bicis en el remolque del minibus y salimos para Pollença con la mascarilla puesta, los ánimos altos, la certeza de que nos mojaríamos antes o después y la incógnita de quién sería el que nos impediría dormir por sus ronquidos.

Cerca de las 8 todos preparados en la rotonda de Pollença: Serafín, Fabián, Mati, Jaume, Xouanar, Miquel, EL Eco, Alex, Salinas y su colega Jose Kuku, que ha aguantado como un señor dos días de quilombos BaixFort. Salimos rodando con buena temperatura dirección es Pont Romà para unas fotos de grupo antes de enfilar hacia el bonito Vall den Marc por el camí Vell de Lluc, calentando para encarar la subida hacia Binifaldó. Subida que se hace a buena velocidad por bien que a diferentes ritmos en el que la principal preocupación se convirtió en... ¿dónde iremos a berenar cuando lleguemos a Lluc? No habíamos reservado y hasta entonces a nadie se le había ocurrido que quizás estaría complicado encontrar sitio.


Y a Lluc llegamos y la primera opción, Can Gallet, estava masificado hasta la bandera: como el cocinero dé positivo tendrán que confinar a todos los carreteros de la isla. De esta forma, avanzamos hasta la segunda opción, es Coll de sa Bataia. Ahí sí, a pesar de estar muy lleno también, pudimos berenar dentro y comprobar que el restaurante se ha convertido en gasolinera autoservicio, y el suculento berenar payés en un discreto pamboli con salmorejo. A destacar la visita de algunos BaixFort que por un motivo u otro eran baja para la Travessa pero que no desaprovecharon el sábado para subir a Lluc con la MTB y, en algún caso, gorrear birra y patatillas.

Liquidada la cuenta en la gastrogasolinera enfilamos hacia es Guix y la subida hacia el Coll de Mancor, donde el guarda ya ha salido del ERTE, lo que supone el pago de 5 euros por barba para acceder a la finca del Massanella. Seguimos subiendo por la pista y cogemos el desvío hacia Comafreda, rodando hasta donde podemos. A partir de ahí toca lo que toca: una hora aproximadamente de bicipateo hasta el Coll des Prat. La buena noticia: las previsiones meteorológicas no habían acertado (de momento) y no había llovido.

Así pues, a empujar la bici o a cargarla al cuello mientras ascendemos sin tregua bajo la mirada de los cortados de la cumbre del Massanella, coronada por una densa nube que le otorgaba un cierto aire de malsofrit. El camino ha sufrido un deterioro preocupante, y en los últimos cientos de metros la acción del agua ha provocado unos surcos enormes que amenazan con hacerlo desaparecer por completo, lo mismo que el clot de neu del que a duras penas quedan las dos paredes exteriores.

Llegados al citado coll cambio de camisetas por otras secas, algo de papeo, photocall con la bandera Territorio BaixFort cortesía de Eco y nos preparamos para bajar. Y bajamos para comprobar que la que algunos catalogaban como la mejor trialera de la isla se está convirtiendo en un infierno inciclable. Y así las cosas, con un Massanella no ciclable ni en subida ni tampoco en un trecho muy significativo en bajada, se descarta este itinerario para una futura Travessa.

Bajada muy trabada en el inicio pero rápida y divertida antes de llegar a la Font del Massanella o Font des Prat, donde aprovechamos para recargar agua y descansar unos minutillos antes de seguir hacia sa Font des Noguer por la divertida bajada primero y siguiendo el camino de la canal después. Un camino ciertamente transitado por senderistas y domingueros varios que puede dar una ida de la pasta que debe de mover cada mes el Decathlon.

Llegamos al embalse de Cúber y hacemos un pequeño receso mientras podemos comprobar que el nivel del embalse no es precisamente rebosante.

En cuanto hem pegat una mossegada y descansado un ratillo reemprendemos el camino hacia el Coll de l'Ofre, donde los zapatos del Fabián empiezan a acusar el esfuerzo por hasta dos veces y donde la lluvia, por primera vez desde que hemos salido de Pollença, ha hecho acto de presencia.

Ciertamente la lluvia no ha llegado a empaparnos, pero sí ha caído el agua justa para dejarnos por delante un prometedor descenso jabonoso por el camino del Barranc de Biniaraix. Descenso en el que el Electroxou nos ha pegado un susto de cojones asomándose al marge frenando justo a tiempo de evitar la catástrofe: que alguno de nosotros tuviera que ir a Sóller a devolver su bici. Afortunadamente es hombre de reflejos y ha conseguido salvar honrosamente la situación y seguir adelante.


Llegada a Biniaraix donde los vecinos han comprobado con alegría que hayamos pasado en bici por ahí y uno de ellos, con grandes muestras de simpatía, nos ha comentado para nuestra absoluta sorpresa que el camino está prohibido para bicis. Ja ho val.

Para celebrar nuestra llegada a la civilización hemos ido al bar de Biniaraix a tomarnos una birra antes de proseguir nuestro camino. Generalmente una Travessa BaixFort en este momento se dirigiría al Port de Sóller para hacer noche ahí, pero en esta ocasión la intención era llegar a Deià. Así que hemos callejeando por el pueblo hasta hallar la salida hacia la rotonda de entrada y ahí hemos iniciado el ascenso hacia el Camí Vell por el Pujol den Banya. Un ascenso que nos pondría ya cerca de los 2000 de desnivel positivo y, ciertamente, con ganas de llegar de una vez por todas. Prueba de ello es que hay una única foto en todo el tramo que separa Sóller de Deià.

En el camino hemos hecho un tramo recientemente acondicionado y bonito (que el Fabián ha disfrutado como un enano) antes de llegar a la última casa, donde hemos reagrupado. Última casa que no era, como pensábamos, la protagonista de una noticia del periódico que informaba de que se había invadido el GR con rejilla y brezo, por cierto. Tira tira y con las fuerzas justas en la mayoría de casos hemos hecho el Camí de Castelló hasta Can Prohom, donde deseábamos llegar a la era y empezar así el sube-baja que nos debería de llevar hasta Deià y permitirnos bajar de los sillines por unas cuantas horas.

Al llegar al pueblo hicimos parada en boxes en la botiga para reponer líquidos y sobretodo sólidos, ya que desde el pamboli diesel 95 del Coll de sa Bataia no habíamos comido nada digno de mención. Así que comemos bocatas varios y encargamos 20 para el día siguiente y nos dirigimos hacia el refugio de Can Boi, un sitio limpio y acogedor.

Aparcadas las bicis en la bonita tafona nos pegamos una ducha de agua tibia. Vestiditos y con olorcito a desodorante bajamos al comedor a por la cena, un suculento pollo a la verga con patatas a la Jenny regado de un magnífico vino denominación de orígen del Orto. Es lo que tiene un todo incluído por 34 euros, que no te da demasiado derecho a quejarte de la calidad, aunque en un refugio de montaña la cantidad debería ir con la generosidad por delante y ciertamente no fue el caso. El encargado se lo apunta.

Tras la cena cervezas, gintonics y hierbas de todas las graduaciones hasta cerca de la hora del toque de queda, momento en que nos fuimos a la cama. Y momento en que nos dimos cuenta que una habitación comunitaria para todos no era probablemente una buena idea, teniendo en cuenta que había algunos con ganas de cachondeo y otros rendidos por el cansancio. Escuchemos el monólogo a oscuras cortesía de Miquel "El cucharita" hasta que se hizo el silencio y uno a uno, entre ronquidos, carraspeos y flatulencias varias, los BaixFort nos fuimos durmiendo uno a uno con el sonido de la Font de s'Agrura de fondo.

Por la mañana el sherpa nos toca trompeta a las 7 en punto, así que todos para arriba a prepararse y para abajo a desayunar. Un desayuno si bien no escaso, poco variado. Pero no hay tiempo de quejarse: toca ir a por los bocatas y a cargar bien de agua los Camels ya que en el camino hasta Andratx las fuentes con agua potable escasean por no decir que no existen.

Y así lo hacemos, con lo que llevamos todos unos mochilones del copón con los que enfilamos la subida de Sa Pedrissa hasta la gasolinera de Valldemossa, a la que hemos llegado con lluvia desde Can Costa y con cierto desanimo por el panorama meteorológico que nos dejaba la vista, con un paisaje de nubes absolutamente cerradas hasta donde alcanzaba nuestra vista.

Y ahí en el cruce se nos abría una disyuntiva: hacia la izquierda estaba Valldemossa con sus tentadoras coques de patata y chocolate caliente; hacia la derecha ni una fuente de agua potable hasta Andratx. Y a pesar de todo elegimos ir hacia la derecha, al menos hasta Esporles. Luego ya  veríamos.

Así que nada, carretera hasta George Sand y luego nos desviamos por el Plà de ses Piotes para llegar hasta Nova Valldemossa. Y de ahí bajada por Sa Pinxa aka La Kapax hasta Mirant de Mar, donde la naturaleza nos regaló una preciosa vista con arcoiris incluído sobre el Port des Canonge. Port que estaba planeado visitar pasando por la Branson, pero el cap de fibló que semanas atrás había bloqueado sa Volta des General nos hizo cambiar de planes. El plan B, llegar al Coll den Claret y enganchar el camí des Correu por arriba hasta el Camí de s'Arboçar.

Fue en el cruce del Camí de Pescadors con la carretera donde Eco, Alex y Jaume decidimos abortar la Travessa, cada uno por sus motivos propios. Parecía que la lluvia iba a ser una constante desde ese punto hasta Andratx, y solo los más valientes siguieron adelante. Así que despedidas y mientras unos bajaban a Esporlas a cobijarse en un bar, los demás afrontaban la subida por el Camí des Correu.

Sin novedades por la pista de s'Arboçar el grupo llegó a Planicia para comer el jugoso bocata de Deià y decidir abortar misión también. Pista para abajo hacia Estellencs donde el grupo quedaría a la espera de la vuelta de los eléctricos Xou y Jose kuku, que serían finalmente los dos únicos que completarían la Travessa.

Ha sido una Travessa agridulce debido a la lluvia y el frío, quizás. Algunos la han hecho 13 veces, para otros era la primera vez. Pero una cosa es segura: no podríamos haber elegido hacer otra cosa mejor para pasar el fin de semana. Lugares espectaculares, risas y buen rollo por encima de todo. ¿Qué más se puede pedir?


Comentarios

  1. Espectacular jaume!! Resumen muy bien detallado y minucioso
    Ets un puta makina! !🔝🔝🔝🔝

    (El eco)

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  2. Muy buena la narrativa Jaume!!!
    Sobre para relatar la parte de la comida en el refugio refugio!! ��

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