Encuentros en la segunda fase: la corta de Planícia.

Tras largas semanas de confinamiento estricto, de dos semanas de vuelta a la seminormalidad en que hemos podido empezar a rodar, primero solos y luego en encuentros semiclandestinos y fortuitos, por fin llegó el día esperado de reencuentro de la familia BaixFort. Encuentro para rodar claro, porque el asado previo a la quedada merecería un capítulo aparte en otro blog exclusivo para estos menesteres. Asado que de todas formas abre esta crónica con una foto por el valor simbólico que tiene y es que, a pesar de todos los exabruptos y obscenidades que nos dirigimos durante las rutas, nos echábamos de menos!
Madrugón de los buenos y a las 7 en Sa Granja d'Esporles. Aparición de Bruno, un biker esporlerí, buen conocedor de la zona y colega del Salinas, y baja de Miquel en el último minuto. "Me quedé dormido" fue su escueto mensaje, así que esperamos al menos que no fuese en la calle ni que fuese todavía por efecto de la sòl•lera del Jueves.
Empezamos a rodar con cierto retraso y nos dirijimos hacia sa Campaneta por el valle de Superna. Un tramo de calentamiento y charleta que generalmente se pasa sin más, pero que se hizo un pelo más largo de lo habitual por la pesadez de piernas (y otras partes del cuerpo más abultadas de lo normal...).
Llegada sin más al empedrado, aunque ya sea porque han mejorado el camino o porque estamos hechos polvo la gravilla del piso se le entrevesó a más de uno. Pateo superado, protecciones y primera bajada. Buena temperatura y buenas sensaciones sobre la bici. Segunda subida por el Comellar de sa Parra, en general con más pies de lo habitual, y llegada al portell del Coll d'Estellencs con las fotos de rigor cortesía del móvil del Salinas. Y es que si los niños llegaban con un pan bajo el brazo en la posguerra, el Alejandro se nota que es de la era 5G.
Antes de empezar la larga bajada aviso con aspavientos del sherpa advirtiéndonos de NO pasarse el desvío y... pues eso. Los descenders ansiosos se pasaron el camino y los pardals que vamos detrás pues también. Así las cosas, la decisión fue bajar de perdidos al río hacia Son Fortuny y negociar una salida por la pista de la possessió. El primer payés fue comprensivo por bien que caparrut; el segundo todo lo contrario, no atendía a razones. Pero bueno, está en su casa, la razón está de su lado y cada fin de semana debe oir "És que mos hem equivocat, mestre" como excusa y está hasta los mismísimos. Hay que entenderlo también, aunque no necesariamente hacerle caso cuando en nuestro caso era la pura verdad.
Lo dicho. Llegada a Estellencs, lo que claramente supone ya no hacer "la corta" de Planicia, para espanto de algunos que llegamos con la forma física baja al postconfinamiento. En el senderito GR de Estellencs tres parches en el mismo sitio: Luis, Eco y Maxi. Molaría que el Strava pudiera recoger este dato para crear una lista de puntos negros, y que diese KOMs a los que más veces pinchan... así los bikers del montón tendríamos un aliciente para competir.
Tapados los agujeros, toca remontar por Son Serralta primero y por la pista después hacia las casas y con un calor que empieza a apretar. Otros lo que tenemos que apretar es el culo y los dientes para llegar sin desfallecer por el camino. Las salidas de estas semanas anteriores no superaban la hora y media, y en ese momento ya íbamos por las dos horas y media, y el cuerpo lo nota.
Llegados a Planicia, parada para rellenar el depósito de sólidos en las mesas de ses Collidores y sesión de fotos. Hecho lo cual, toca seguir subiendo para empalmar con el Camí Bord y de allí al Correu. Por entre medias, como los BaixForts estamos generosos, paramos a cortar un pino caído en medio del camino con la sierra? de Luis.
Al llegar al Correu Bruno nos propone una bajada nueva para la mayoría del grupo, se trata de un camino marcado en el Strava como Sa Cimentera. La bajada en cuestión es un camino muy mejorado y limpio desde la última (y única) vez que quien escribe lo transitó, y que baja desde el mencionado Correu hasta la carretera de Banyalbufar, cerca de una bassa no lejos del desvío hacia el Port des Canonge. Bajada rápida como un demonio y salpimentada con saltitos y buenas curvas que ha dejado una ámplia sonrisa en la cara de todos.
Y ja és cuit. De allí al párking de Sa Granja para las cervezas de rigor y para planificar la siguiente ruta, que en principio será el estreno de la temporada de nocturnas.
Buena ruta y buena gente. Un placer comprobar que el espíritu BaixFort ha sobrevivido al envite del Covid. Sobrevivirá también al desconfinamiento?





Comentarios

  1. Brutal jaume!! Yo tambien voto por el kom de los pinzachos y roturas. .Por ahí a lo mejor que primero en algo

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  2. Un saludo Fibras. Un placer que sigas el blog, y una lástima que ya no haya blog de los Toys, del que era seguidor. Probablemente no lo recuerdes, pero compartí alguna ruta contigo, Tomeu y su hijo cuando salí a rodar con Kapax.

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