Unicornios en el Bosque Encantado 🦄


Incertidumbre durante la semana sobre la ruta del sábado por la presencia de polvo en suspensión, lo que ha llevado a Miquel, el Montesdeoca vilero, a resolver el embrollo con una ruta más clásica que las pelis de romanos en pascua: la Comuna de Bunyola.

Ruta canónica de pe a pa: subimos por pista hasta la barrera, que atravesamos para subir por el Comellà den Cupí hasta el depósito, donde reemprendemos la marcha por la pista tomando la drecera de la serpiente y seguimos hasta coronar el penyal d'Honor. Ritmo intenso en un día climatológicamente perfecto para rodar (aunque también para constiparse, algo cada vez más peligroso y letal viendo la media de edad del grupo...), que se verá truncado en cierta medida por tres incidentes nimios.

El primero, la cubierta trasera de Xou aka Me llamo Earl que se ha pinchado de cierta gravedad justo empezando la bajada del Penyal. Resuelto el problema con churros aún a pesar del déficit de leche, hemos seguido bajando La Cabra sin otro contratiempo que una hostia en los huevos de Serafín.

Resuelta la primera bajada del día vamos a por la segunda, que no es otra (y otra no puede ser, en verdad) que Covasses. El sendero está muy recuperado desde Justice, pero el piso lleno de ramas trituradas es realmente poco tranquilizador, y remontando hasta el depósito hemos descubierto que además emprenya para rodar.

Reagrupamos mientras Xou gestiona su center lock esnifador de Stravas y nos dirigimos hacia el inicio de Sa Coma de s'Aigo. En la bajada nos esperaba el segundo de los incidentes del día en forma de tronco de pino cruzado en el camino. Mientras realizábamos la inestimable tarea de cortarlo ha ido sumándose al tapón grupetas varias, con especial mención a los multicolores  Unicorns, que se han dignado a echar un cuerno para despejar el camino y poder seguir sin otro problema que un segundo tronco a 20 metros del primero al que ya nadie se ha querido enfrentar.

Remontamos hasta el inicio de la bajada de sa Coma den Buscante, por donde nos lanzamos a full. Bajada impresionantemente divertida solamente mancillada por dos troncos fácilmente sorteables.

Seguimos hacia Cas Bergantet y nos agrupamos antes de afrontar la bajada por las curvas de asfalto... y ahí se presenta el tercer y último incidente: Enric se ha lanzado cuesta abajo hasta dar con la barrera, con lo que Xou ha ido al rescate mientras los demás nos lanzábamos ya en pos de las birras, que nos hemos tomado en Bunyola con el viaje acaparando buena parte de la charla.

Y nada más. Buena ruta, buena gente y buenas risas. ¿Qué más se puede pedir?

Salut, pedals i robiols! 🤘🏼

PS: bueno, unas fotillos más para ilustrar la crónica no vendrían mal, la verdad... 😅

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