Talas y podas BXFRT S.L.
Nos congregamos allí Fabián, Jose Pinturas, Miquel, Luis, Juanse, Llorenç y los dos profes Pep y Jaume. Sabiendo que no íbamos a rodar mucho rato antes de apearnos hemos subido pasando Cocons y la Cova. Pasando la barrera del bosque ya ha empezado el jornal: un enorme tronco de pino que ha puesto a prueba la cadena de Luis. Mientras, otros hemos hecho de avanzadilla limpiando otras menudencias que obstaculizaban el paso o estrechaban peligrosamente el camino.
El tramos que nos ha empezado a enredar de verdad ha sido justo donde se había creado ya un paso alternativo y que une las dos curvas cerradas. No se trataba ya de troncos gruesos, sinó de una maraña de ramas que no siempre se deshacían con facilidad, lo que ha permitido a Luis recrearse y adornar la bajada con un salto que puede dar muchas alegrías... pero también algún que otro susto, pues la tierra que conforma el despegue no está todavía muy compacta.
Mientras avanzábamos en nuestras labores se ha cruzado en nuestro camino (porque a partir de ahora es más nuestro que de otros, digo yo) variedad de gentes: senderistas que nos prometían cervezas que nunca llegarán, runners, algún biker que se ha parado y se ha arremangado con nosotros un buen rato y otro directamente imbécil que daba la impresión de que le molestábamos y no nos ha dado ni los buenos días. Hasta el 7° de Caballería ha pasado por delante de nosotros, aunque desgraciadamente no venían en nuestro auxilio.
Tres horas después de haber empezado hemos tomado la decisión de que, si nuestro objetivo era llegar a Cas Garriguer, debíamos empezar a dejar de mirar prim. Así que en la parte final del tramo sucio hemos optado por dejar paso franco por bien que estrecho a trozos. Y como colofón nos hemos encontrado al hermano de Llorenç, quien bajaba, anunciando que de ese punto en adelante ya no había problema... aunque entre él y nosotros había, cruzado en el camino, un tronco de encina de respetables dimensiones que había que cortar para finiquitar el trabajo.
Ese último tronco se encontraba cerca de la bassa que recoge agua de escorrentía para abrevar los animales; bassa que, por otra parte, estaba completamente seca en una silvestre metáfora de nuestras propias gargantas ya que el calor apretaba y el agua empezaba a saber a poco. Y es que una derivada de la catástrofe que rompió los árboles es que ahora en la Coma Gran no hay sombra en muchos tramos. Cuando lo piensas es muy lógico, pero hasta que no estás allí en medio rodando no te das cuenta de lo raro de la situación: es como una final de Champions sin el Madrid, una campaña electoral sin mentiras o Tele5 sin el Sálvame.
Rodando desde la bassa ya sin poner pie hemos llegado a Cas Garriguer con menos flow que Ciudadanos en las encuestas del CIS, pero con el orgullo de haber hecho un buen trabajo y un bien a la comunidad... bueno, de hecho a nuestra comunidad ya que seguro que si pudiésemos hacer que para el resto de la humanidad el camino siguiera sucio y se despejara cuando pasamos nostros, lo firmaríamos. Pero como no podemos, nos consolamos pensando que somos buenas personas y que el resto nos debe algo.
Cuando tras 4 horas (KOM de los últimos 4 meses, aún así) hemos llegado todos y una vez nos hemos puesto las protecciones y enfundado los serruchos, y tras haber Miquel bebido agua del váter, hemos empezado la bajada para catar qué tal. La sensación general al agruparnos en la barrera es que con no caernos hemos tenido suficiente. El ritmo está muy trabado por la cantidad de piedras y restos de poda, pero eso se arreglará con el tiempo y con el uso ya que hoy nos habíamos dejado la escoba en la oficina.
Llegados a los coches decidimos ir a celebrarlo a Can Franco con unas Xibecas bien frías.
Hoy quizás no podemos decir aquello de buena ruta, pero sí lo de buen trabajo y mejor gente. Y ya saben: Si un día se encuentra a un grupo de boludos vestidos de azul y tiene algún problema, quizás pueda contratarlos: Los BaixFort.
Salut i pedals! 🤘🏼
Expectacular como siempre profe
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