Comuneando.


Con un parte de lluvias nada halagüeño para este sábado se han quedado en el tintero algunas suculentas propuestas, y nos hemos decidido por la Comuna por la posibilidad de escapatoria que brinda en caso de que la cosa s'embruti.

Así que nada, a las 8 en el cementerio de Bunyola para empezar a rodar por pista hacia la primera meta volante: la barrera del Comellar den Cupí. Reagrupamos y Eco ya da las primeras muestras de querer abandonar en breve, lo que ha hecho mientras subíamos la serpiente. Reagrupamiento en el desvío hacia la Cabra donde toca decidir los siguientes pasos. Barajando diversas opciones se ha optado por bajar la Cabra y ya veremos, así que a por ello hemos ido.
A estas alturas no hará mucha falta ya describir lo que es la Cabra en mojado. A la habitual pericia técnica y fuerza que requiere hay que sumarle una gran concentración para no irse por los suelos de mala manera a causa de una piedra, raiz o tocar un freno indebidamente en un mal momento; pero afortunadamente todos hemos llegado sanos y salvos a la siguiente bifurcación para decidirnos a bajar Ses Covasses.

Esta segunda parte de lo que algunos llaman la Cabra Larga, aunque obviamente también mojada, es mucho más clemente y permite algo más de jolgorio (flow en castellano antiguo) hasta llegar al final de la misma. Ahí reagrupamos y remontamos hasta la pista principal donde se decide hacer el Bosque Encantado (Coma de s'Aigo). Nos pertrechamos mientras damos cuenta a Mati de todas las calamidades aéreas que puede encontrarse en su próxima aventura africana; aventura que por otra parte cumple todos los requisitos para un documental de Netflix y que seguro resultará inolvidable: dos meses sin un bar cerca.
De momento nosotros a lo nuestro, que es bajar un Bosque Encantado que nos brinda un buen agarre (grip en castellano algo menos antiguo) tanto para bajar como para remontar luego hacia la explanada donde decidimos que la guinda final la pondríamos bajando por la Coma Gran hacia Cocons. Así que a por ello.

Bajada con buen grip, rápida, limpia, indolora con el único incidente digno de mención cuando hemos encontrado un grupo de gente a caballo subiendo justo en la zona técnica. Llegamos a la barrera del bosque y de ahí cagando leches hasta el asfalto, donde unos han decidido acabar la jornada con la debida cerveza.


Una jornada más buena ruta y buena gente y, además, no nos hemos ni mojado. ¿Quién da más?

Salut i pedals.

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