Moleta de Pastoritx.

A la crónica de la salida de grupo sin cronista de la semana pasada le sigue la de ésta, con cronista pero sin grupo. La baja de los sherpas oficiales obligaba a improvisar uno, y ya que estamos pues aprovechamos para salirnos de sus hojas de ruta habituales. El objetivo: subir la Moleta de Pastoritx y bajar hacia la Font de Son Verí para empalmar con el GR de Valldemossa y ahí decidir sobre el retorno: o GR de vuelta a Raixa o el sendero de Son Brondo y Son Sauvat hacia s'Estret y luego carretera y manta. Pero empecemos por el principio.
Quedada bajo mínimos en Palmanyola: Miquel y Jaume más Enric, un debutante en rutas BaixFort. Saludos y con algo de rasca abandonamos la urbanización adentrándonos en los senderos de Son Amar que, entre escombros y neveras viejas, debían de llevarnos al apeadero del tren de Sóller de Sa Coma, y de allí por el bosquecillo entre excrementos de caballo hasta el otro apeadero, el de Caubet.

Atravesamos la carretera de Sóller y enfilamos ya hacia Raixa y más allá (ahora sí con más calorcillo en el cuerpo) hasta Raixeta. Parada obligatoria para contemplar la degradación galopante de tan idílico lugar (esperemos que salga adelante la propuesta de reformarla para construir un refugio) y sin más demora nos introducimos en el torrente.

Transitamos sin pena ni gloria por el cauce hasta llegar al portillo de Pastoritx, que atravesamos para seguir rodando por esta possessió. Un entorno sin igual por el que uno no puede sinó sorprenderse con su red de canalizaciones de agua hechas de piedra, de las que el llamativo acueducto de las casas son solo la guinda final y más visible.
Dejando atrás la vista sobre las casas y la pista del GR (camino modificado para alejarlo de las casas, por cierto) enfilamos por el camino que ha de llevarnos a la cumbre de la Moleta. Una pista ancha al principio que se trunca en un camino de carro con un piso bastante sucio de piedra suelta, que sube sin titubeos hasta el Plà des Xots tras unas seis curvas finales muestra de la enorme capacidad para la ingenieria de caminos de nuestros antepasados. Subida no excesivamente larga pero tremendamente exigente.
Ya en el Plà des Xots pudimos descubrir dos cosas: 1- No hay xots y 2 - No es plà. Ahora bien, es un encinar precioso por el que es un disfrute transitar. Y nos acercamos ya al momento donde las cosas se truncan en una ruta, por decirlo de alguna manera, fallida.

Llegados a un punto el camino que seguimos parece clarísimamente llevar cuesta abajo por un camino de tierra. Sin embargo, el recuerdo y la traza de Wikiloc de una ruta de hace cinco años marcaba una ligera subida para saltar una pared y continuar. Como cinco años son muchos pensé que debíamos tirar cuesta abajo por terreno pisado. Error: nos encontramos una rejilla y decidimos remontar. Error: al otro lado de la pared no parece haber camino, así que volvemos a bajar, pasar la rejilla y tirar para abajo. Error: estamos lejos, muy lejos de la pista que debimos tomar. En resumen estamos perdidos, con el mosqueo que ello conlleva.
Una hora después de caminar bosque através conseguimos empalmar con la pista por la que debimos haber bajado, ya cerca de la Font de Son Verí, con lo que el disfrute de la bajada ha brillado hoy por su ausencia. Lo hemos suplido con el caminillo de Son Brondo que nos ha dejado en s'Estret; un Estret muy concurrido por cierto a pesar del reciente cerramiento del Camí de sa Mola de Son Pacs. Desde ahí ya sin más misterios: carretera hasta Palmanyola para unas más que merecidas cervezas.
Otra vez buen día, buena gente (poca) y la ruta... pues sigo pensando que es una muy buena ruta. Sólo falta encontrar el camino correcto.

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