Ses Figueroles.

Quedada BaixFort a las 8 en el cementerio de Moscari, no para un entierro afortunadamente sino para iniciar la ruta del sábado. El plan, fácil y concreto: subir al Coll de sa Bataia para volver al punto de inicio por Ses Figueroles. Así que al lío, que hi ha un bon berenar.

Empezamos con saludos y algo de retraso partiendo por caminos cicloturísticos hacia Caimari. A la salida del pueblo empalmamos con el Camí Vell de Lluc, por el que transitamos hasta la Costa Llarga y de ahí hasta el área recreativa de la Cometa Negra. Llegados ahí hemos decidido variar hoy el acercamiento al Salt de la Bella Dona, y en lugar de subir como casi siempre hacemos por la susodicha Cometa Negra hasta el Coll des Coions lo hemos hecho por Son Canta primero y Sa Llangonissa después. Bueno el cambio para renovar sensaciones, pero la otra subida es considerada mejor por unanimidad.


Llegados a la bretxa hemos hecho una pausa durante la que hemos visto desfilar gente de todas condiciones tanto en bici como a pie o corriendo. Y por los atributos físicos de la que iba corriendo el Maxi ha concluido, no sin razón, que quizás nos hemos equivocado de deporte...

Superada la bajada por la casa atentado de Es Guix empalmamos con la carretera y llegamos a la gasolinera para un cafetito exprés. Y ahí ha sido donde nos hemos encontrado con el Sebas, el Luis Figo del Enduro mallorquín. Saludos y charleta durante un rato y después cada uno a lo suyo: ellos a por Pilons y nosotros a saltar la valla para internarnos en la finca pública de Ses Figueroles con las bajas de Maxi brunch y Bruno aka Bomba de humo.

Tras cierta confusión de los sherpas El Sueros y el Pinturetas Plastidecor (lo que nos ha permitido ver la cara oculta del Massanella) sobre si el camino a seguir en la primera bifurcación era a la derecha o a la izquierda, hemos encontrado el rumbo hacia el Pas den Bartomeu. Primera sesión de bicipateo del día.

Tras caminar un buen rato sobre un roquissar cárstico típico de por Lluc hemos hecho una bajada intensa que a más de uno se le ha atravesado para llegar al Pou de ses Cases, y de allí por un tramo precioso y rápido por dentro de un bosque sin complicaciones hasta las casas de Ses Figueroles, ciertamente en un buen estado de conservación pero perdidas en medio de la casi nada. No en vano son la última de las possessions mallorquines sin acceso rodado a las casas. Tras un descansillo y unas fotos de rigor en la clastra, hemos reemprendido la bajada para cruzar el Torrent des Picarols y seguir con una segunda sesión de intenso bicipateo hasta el Pas des Setri y más allá. Sesión que ha dado pie a la clasificación de las rutas en diferentes grados de complejidad: xoufriendly para las que pasan el corte del Xouanar; xou-xou para las que puede hacer si está inspirado y las xouanar para las que no quiere volver a hacer ni por error.


La bajada final algunos la han calificado de técnica, otros de trabada y otros directamente de puta mierda. Sea como sea, el final estaba cerca y tras circular por una pista rápida hemos llegado a Binibona y de ahí por asfalto hasta el cementerio de Moscari.


Y nada más y nada menos. Ruta desde luego no para todos los gustos, pero regada con cervezas finales. Y la semana que viene Esporles. ¿Podrán los sherpas resistirse a modificar una ruta no propuesta por ellos? Próximo episodio en tu blog favorito!

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