Los Pambolis.

Quedamos a las 7'40 en Can Miquel para café y ruta por el Raiguer. Aprovechando el último fin de semana antes de la vuelta al cole tenemos numerosas bajas por motivos varios, unas injustificables como la de Miquel "la noche me confunde" Night, otras rozando el fuera de juego como la de Enric y otras sí justificadas como las del Parrier Team o la del sherpa, siempre cuidando los pastos del rebaño.



Nos encontramos pues Eco, Alejandro, Xou y Jaume. Nos acompañan (y retrasan) Maxi y Laia tomando café y dándonos serias razones para nunca presentar candidatura a la presidencia de nuestra escalera. Con cierta pereza salimos a las 8'20 rumbo al camí vell d'Alaró. Ritmo muuuy pausado pasando por el empedrado y Bànyols, y un puntito más intenso ya rodando por Solleric mientras debatimos sobre esos seres que pueblan nuestros desestructurados organismos insulares y viven de las rentas de chupar del erario público: los funcionarios.


Parón en la Placeta den Sion donde parecía haber una kdd de bikers, y nos lanzamos abajo por el senderito divertido hasta llegar a la barrera cercana al torrent d'Aumedrà que separa Solleric de Tossals, torrente que nace en Cúber y 36 kilómetros después desemboca en la Albufera d'Alcúdia. Qué desemboca es otra historia, puesto que en el corto trayecto que va desde Cúber hasta Lloseta ya hay muchos puntos en que sus aguas son canalizadas para llevarlas hacia Ciutat, amés de las aguas fecales que presuntamente se vierten en él a su paso por la depuradora del Camí Vell de Muro.


Momento de duda sobre el puente sobre si subir al refugio o no, duda resuelta por el reloj: son las 9'45. No se puede ir al bar a esa hora y poder decir que eres deportista. Las 11 es la hora mínima para ir al bar a chupar y poder decir eso sin pensar que tienes un problema. Así que una vez reagrupados empezamos a tirar para arriba reparando en ese momento en que era una de las pocas veces que somos un grupo íntegramente mallorquín y aprovechando para cagarnos en la estampa de todos los que no estaban ahí.

Subimos pues hacia el refugio a buen ritmo y antes del susodicho bajamos por las trialeras del GR hasta el punto anterior con disparidad de sensaciones pero un denominador común: las curvas cerradas de suelo empedrado con vistas a un hermoso ostión al otro lado son difíciles de gestionar.


Vuelta a Binissalem por el Clot d'Aumedrà, Son Bonifai y Morneta, y cervezas con tapa en Can Miquel para cerrar la jornada. Vuelta sin grandes pretensiones pero con buenas sensaciones y mejor gente.



Salut i pedals! 🤘🏼



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