Se va el 2021 y pocos le extrañarán.
Quedada a las 8 de la mañana en Can Borreó o Skate Park de Santa Maria. La idea es hacer una ruta corta para cerrar un año atípico: el año de la pandemia, el año que un cornudo invadió el parlamento yanki (y no fue Hilary), el año que la democracia ya quedó implantada en Afganistán, el año de Miguel Bosé and the plandemials, de Sánchez y los podemitas, el año del balón de oro póstumo a un Messi que ya no será, el año del Black Lives Matter y del robo a Hamilton, el año del volcán, el año de las vacunas versión demo y los kilowatios a precio de farlopa, el año que Merkel se fue y Juancar también, el año olímpico en que Van der Poel encontró un euro y de la bomba de humo de Simon Biles, en que Nadal se queda definitivamente calvo y que descubrimos que el padre de Luis Enrique no era Amunike, el año en que para entrar a un bar hay que enseñar el pasaporte, el año en que el G20 se reunió en Glasgow para beber whisky y reírse de nosotros...
Sobados y ajenos a toda esta ristra de efemérides que de hecho ahora mismo importan un bledo (Amaranthus Retroflexus), en el punto de inicio nos congregamos Rody, Maxi, Luís, Jaume y un tio con un Mobylette y riñonera que dice ser Fabián. Toca esperar a Miquel aka La noche me confunde unos minutos mientras busca la rotonda entre la niebla, y una vez llegado y habiendo descartado cruzar Es Cabàs salimos dirección Bunyola.
Buen ritmo y charleta hasta llegar al desvío de Can Picarola, y a la primera cuesta el grupo se rompe. Reagrupamiento y atravesamos Cas Bergantet para bajar hacia Ca na Moragues y subir por la Coma Gran hasta Cas Garriguer. Subida sin complicaciones aún a pesar de la humedad en el terreno y los kilos de monóxido de carbono del Land Rover de l'amo de una de las fincas que algunos nos tragamos.
Nuevo reagrupamiento en la tranquera de acceso al bosque y del tirón hasta el merendero, con más o menos pies en función de la habilidad y la fuerza de cada uno. Parón en las mesas de picnic y último trecho en ascenso por pista hasta el desvío de la bajada de Coanegra.
Protecciones puestas y per avall. Los milanos pandemials nacidos el 2021 ja estàn surats así que tenemos vía libre para hacer la bajada, que está perfecta en este momento. Tramos rápidos, tramos técnicos, tramos pedregosos, raíces, losas de piedra, curvas cerradas a diestro y siniestro... una gozada de bajada solamente interrumpida por tres troncos atravesados en el tramo final, víctimas del mismo vendaval que deforestó en Inca la Gran Vía (no están flipados ni nada estos inqueros, por cierto... Gran Via 🤏).
Así que nada, los BaixFort con el espíritu navideño en el cuerpo y la sierra de Luís en la mano hicimos (hicieron diría más bien, ejem...) nuestra buena acción del año despejando el camino y poder seguir hasta el torrente y más allá hasta Can Borreó. Y es que a los BaixFort nos gusta dejar un mundo mejor tras de nosotros... sobretodo si sabemos que nosotros mismos volveremos a pasar por ahí.
Despedidas hasta el año que viene (o no) y cada cual a su casa, que es la segunda fiesta y hay que cumplir con las obligaciones familiares; esto es, comer y beber.
Con esta crónica y con la esperanza de que el próximo sea más próspero en este sentido se cierra el 2021 BaixFort. Un 2022 en que previsiblemente todo quisqui estará muuuy enchufado.
Salut i pedals!
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