Galileu

Quedada a las 8 en el aparcamiento de Caimari, aparcamiento permanentemente en obras donde algunos no nos hemos atrevido a dejar la furgo vista la mala cara de alguna vecina, con lo que hemos tenido que buscar una alternativa y el grupo ya estaba partido antes de salir. Reagrupamos donde empieza el Camí Vell de Lluc y ahí empezamos ya la ruta con un calor anormal, sobretodo teniendo en cuenta que estamos a principios de Abril, son las 8'15 de la mañana y estamos en Lluc.

Subida clásica (muchas opciones tampoco no hay) hasta la barrera de sa Cometa Negra y más allá, hasta el Coll des Coions. Y más allá todavía, atravesando las bretxes y pasando por delante des Guix, vergonzoso testimonio del boom del ladrillo.

Una vez hemos alcanzado el Coll de sa Bataia, pit stop cafetero que el sherpa aprovecha para enchufar la bici por el mero hecho de gorrear la corriente mientras estamos de charleta (Rody, un orgullo conocerte papa). Seguimos ahora por carretera, emulando a Miquel que se ha ido a tocar las bolas (del Puig Major), hasta el inicio de la subida al Galileu.

Subida en general bastante llevadera aunque fotuda en ciertos puntos por la cantidad de piedra suelta dificultando la trazada.

En la casa de neu, construcción que data de finales del siglo XVII realizada por un tal Antoni Català "Galileu", hemos berenat y repuesto fuerzas para lo que nos queda por delante, que no es poco. Protecciones y bajada por donde hemos subido y más allá, por la exigente a la par que divertida trialera de la Font Cuberta.

Una vez en Lluc, subida hasta Menut, de ahí a Binifaldó y luego por el senderito divertido que le encanta a Xouanar aka Incilius para llegar al Coll Pelat. Subida que se dice pronto pero que ha hecho mella en gran parte de los musculares del grupo, pues estábamos rozando ya unos 1000 exigentes metros de desnivel positivo en menos de 20 kilómetros... especialmente a Maxi, lo que no es habitual en él. Y claro, como los BaixFort somos més putes que ses gallines al que muestra signos de debilidad todos le van a picar la nuca.

Bajada clásica hacia Lluc para remontar por asfalto en una marabunta de carreteros, buseros, moteros y otros no sé cuantos eros hasta el Coll de sa Bataia, donde ya el ritmo cervecero empezaba a poseer el espíritu BaixFort y nos atraía hacia el bar cual Sauron al anillo o una mascarilla a un político corrupto. Así que nada: a toda mecha hasta la brecha y para abajo por donde hemos subido hasta las birras de rigor en el bar s'Aturada.

Una jornada más día espectacular de MTB, buen ambiente y risas. ¿Qué más se puede pedir?

Salut, pedals... i amunt mallorqueta! 🤘